No hay duda de que la civilización humana ha tenido un gran impacto negativo sobre la biodiversidad del mundo, en especial desde la revolución industrial cuando la capacidad productiva se incrementó de manera espectacular. La sobrepesca y la caza, la destrucción de hábitats a través de la agricultura y la expansión urbana, el uso de pesticidas y herbicidas, y la liberación de otros compuestos tóxicos en el medio ambiente han dejado su huella en el planeta.
Es precisamente la urbanización uno de las mayores contribuyentes a la pérdida de la biodiversidad y la homogeneización de ésta, pero sorprendentemente un alto número de especies vegetales y animales sobreviven, incluso prosperan, en zonas urbanas.
Muchas especies se han adaptado a las nuevas tensiones, fuentes de alimento, depredadores y amenazas en los entornos urbanos y suburbanos, donde se desarrollan en estrecha proximidad a los seres humanos. Cientos de especies de aves y miles de plantas pueden habitar una sola ciudad.
La conservación de los espacios verdes, la restauración de las especies de plantas nativas y la creación de nuevos hábitats favorables a la biodiversidad dentro de las ciudades podría, a su vez, mantener más especies de aves y plantas. Así, las ciudades pueden jugar un papel importante en la conservación.
Fuentes:
https://rspb.royalsocietypublishing.org/content/281/1780/20133330
https://www.sciencedaily.com/releases/2014/02/140212132950.htm
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